La naturaleza siempre nos regala algo positivo, y es que por muy nublado que parezca el cielo, siempre puedes apreciar una nube con una forma determinada y echar a volar tu imaginación... Por mucho ruido que tengas a tu alrededor, si eres capaz de concentrarte, puedes disfrutar la dulce melodía de los pájaros...Por mucho que llueva, siempre hay un rayo de sol

que te ilumina el rostro...Por mucho que te cubras, siempre hay una ráfaga de viento que acaricia tu cuerpo...
La cuestión de todo, es dedicar tiempo, dedicarnos tiempo para nosotras, para poder descubrir cada una de estas sensaciones tan efímeras que tenemos a nuestro alrededor, y de las cuales, estamos tan absortas en nuestros pensamientos, no somos capaces de disfrutar...
Mientras seguiré volando, a ver si descubro ese gran secreto...
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