lunes, 18 de junio de 2012

Muchas veces, las cosas son más fáciles de lo que parecen...simplemente, nos esforzamos en complicarlas nosotros mismos...
Si algo he aprendido en estos últimos meses, o más bien, he recordado, es que mientras te empeñas en ver lo negativo que te ocurre alrededor, te estás perdiendo todo lo bueno que ocurre paralelamente...
Entonces llegas a un punto, en el que decides tomar fuerte el timón, y escoger un camino, un rumbo, una ruta...sigues sin saber a donde va, hacia que destino te enfrentas, pero lo has elegido tú...da igual si te equivocas o aciertas, lo has elegido tú...da igual lo que opinen los demás, porque esta vez, lo has elegido tú...
Poco a poco, vuelven a resurgir sueños, ilusiones, vistas panorámicas...vuelve a brillar el sol...y entonces, te das cuenta, de que no sabes si tendrás que tomar otra dirección más adelante, pero de momento, vas por buen camino...y eso se nota en ti, en tu rostro, en tus sonrisas, en tu mirada...te sientes diferente, llena de alegría, de magia, de ilusiones, de ganas por comerte el mundo...inquietudes, curiosidad por descubrir cosas nuevas, de conocer caras nuevas, de sonreír constantemente, y de contagiar a todos los que te rodean de esa felicidad que te invade por dentro...
Hay decisiones que son difíciles de tomar, pero que conforme va pasando el tiempo, te das cuenta de que fueron las correctas...y no sólo para ti, sino para aquellos que recorrieron contigo esa parte del camino...
A veces, las cosas más fáciles de lo que parecen...y con un pequeño gesto, todo puede cambiar....

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